Labores
domésticas puestas en valor
En 2013, Lital Dotan,
creadora de la muestra anual 100 Hours of Neo-Domestic Performance Art at
Glasshouse (Brooklyn, NY), publicó una declaración de principio donde,
entre cosas, decía: “La limpieza de la casa es una práctica artística, sostiene
nuestra vida diaria, sostiene nuestro arte, que debe ser experimentado en los
lugares donde vivimos”. La intención de Dotan al organizar esta expo de perfos
continuas está cumpliendo su quinta edición, fue recrear y exaltar las
vivencias que generan actividades en la intimidad del hogar, esos trabajos no
reconocidos ni por su incidencia en la economía ni por la creatividad con que
pueden ser realizados. En las 100 Hours de este año, a
mediados de junio pasado, participaron mayoría de artistas mujeres (si bien no
faltaron destacadas perfos de varones que practican esas tareas): Rae Goodwin,
Mira Treatman, Camila Canaque, Rebecca Patek, Monique Bloom (en la foto, obra
de Anya Liftig). Tan poco prestigiosos socialmente como inevitables, los
quehaceres ligados a cocinar, limpiar, decorar, lustrar, ordenar se hicieron
presentes.
Máscaras vacunas protectoras
Sabido es que en la
India las vacas son tenidas por divinidades. En la religión hindú, estos
animales representan el origen del universo: por eso se los ve deambulando tan
campantes por doquier y está prohibido hacerles el menor daño. Así es que se
entiende la decisión del fotógrafo Sujatro Ghosh de hacer retratos de mujeres
de su país con máscaras de vaca, poniendo de este modo en evidencia la
condición femenina local, el acoso y las distintas formas de violencia que
persisten. Ghosh escribió en su cuenta de Instagram: “En la India, las vacas
son más importantes que la seguridad de las mujeres”. Según el periódico
francés L’Express, una mujer es violada cada 20 minutos en ese territorio. A su
vez, una periodista del Courrier International testimonió sobre las tremendas
dificultades que padecen las mujeres con las que se cruzó: ellas que no pueden
andar tranquilas por la calle sin ser interpeladas, hostigadas desde que ponen
un pie fuera de sus casas. En un gesto que lo enaltece, Ghosh eligió retratar a
mujeres de distintas clases sociales enmascaradas. Debajo de cada foto anotó
frases de ellas. Por ejemplo: “Al menos cuando voy por la calle con máscara de
vaca, las probabilidades de que me acosen son mínimas. Nadie quiere agredir a
una representación de la divinidad”.
Basta de
juzgar a las madres
En general, las mujeres lo saben por experiencia
de vida: casi todo el mundo se considera con derecho a juzgar a las madre,
incluidas a veces las propias mujeres (hijas, abuelas, tías, solteras, monjas,
etcétera). El año pasado, un periódico francés armó una tribuna que
denominó: Amamantar, paremos de culpabilizar a las mujeres.
Periodistas y dibujantes se abocaron a denunciar la incómoda situación de las
progenitoras que no daban de mamar y tenían que enfrentar la presión social
descalificadora. Al mismo tiempo, se comprobó que las que lo hacía, eran
censuradas por hacerlo en público… Y así por el estilo. El tribunal de
Libération propuso: “Cada mujer merece un respeto igual en sus elecciones
personales. Pedimos el derecho de decidir sin tener que afrontar una permanente
culpabilización”. Manifestaciones de este tipo provocaron que la marca de
lácteos Yoplait lanzara en junio pasado la campaña Mom On, en los
Estados Unidos, desarrollando una nueva manera de dirigirse a las madres, con
respeto y alentando la solidaridad y la empatía hacia ellas. El primer video
publicado en Youtube muestra a distintas madres dando cuenta de los juicios más
comunes que se expresan sobre ellas, se trate de trabajadoras o de las que se dedican
exclusivamente a tareas de la casa y la crianza. Esta campaña quiere, además,
“celebrar las maneras únicas que las mujeres eligen para ser madres. Una
encuesta previa demostró que 75 por ciento de las mamás se sentirían mejor si
fueses menos juzgadas por su desempeño”.
Medicina para
corazones rotos
Investigadores
canadienses como Michelle Lonergan –de la Univerdidad McGill, Montreal-,
asistida por su director de tesis, Alain Brunet, vienen trabajando desde 2015
sobre el estrés postraumático de sobrevivientes de atentados en el Instituto
Douglas, centro de Quebec especializados en salud mental. Lonergan y Brunet
reunieron a 40 personas con heridas de amor y en una primera etapa se les
administró propranolol, aclarando que no se trata de un antidepresivo,
acompañándolo de entrevistas con psicólogos. La idea de la pareja es sanar esta
clase de problemas emocionales a partir de considerar que el dolor de la
ruptura afecta a la memoria emocional, ya que las penas de amor se perciben
como una forma de abandono. El estudio sobre este tratamiento que liberaría a
obsesos/as que no pueden salir de ese dolor a menudo con rencor, finaliza
dentro de 3 meses.
Pateando
clichés femonoides
Allison Morris, hasta
la coronilla de textos e imágenes que pretenden consolidar las bases de un
pretendido ideal femenino, se lanzó a deconstruir estos preconceptos
apolillados a través de coloridas imágenes no desprovistas de guiños
humorísticos. A partir de publicidades en revistas y en TV que dictan modelos
inalcanzables, la joven artista, con base en Canadá, se divirtió creando para
sus fotos otros clichés que derrumban esa quimera, poniéndose ella misma en
escena. El proyecto Pretty, Please ataca con gracia e inventiva esa típicas
imágenes de la moda, la cosmética, los avisos de yogures, siempre desde una
fresca mirada feminista que también intenta reflexionar sobre tantos otros
objetos percibidos como “femeninos”. “Creo que los temas abordados por el arte
a menudo provienen de los problemas con que nos encontramos en la vida misma.
Está visto que las obras de artistas feministas conforman una avanzada cada vez
más extendida en el planeta”, dice la chica bonita Morris.
Brujas
revisitadas
Durante el mes de
junio pasado-el 21, para ser más exactas, Día de la Música en Estados Unidos y
en Europa- se proyectó en público en California la primera entrega de la ópera
contemporánea Vireo: The Spiritual Biography o a Witch’s Accuser,
de la premiada compositora Lisa Bielawa, con guion de Erik Ehn. Se trata de una
gran producción grabada en diferentes locaciones, con la participación de 350
músicos y cantantes conocidos, entre los cuales, estrellas de la ópera como
Deborah Voigt y el reputado Cuarteto Kronos. El hilo conductor de la obra lo
lleva la soprano adolescente (16) Rowen Sabala, en el rol de Vireo, la chica
que en un giro atemporal recorre la historia de las brujas, la terrible
persecución que sufrieron a través de los siglos en diferentes latitudes. La
ópera solo se ofrecerá a través de grabaciones, como una serie de ficción, con
escenarios de fondo que van del río Hudson de NY a los bosques de sequoias en
California. Vireo es un proyecto conjunto de varias entidades
culturales.