Fábulas de mujeres sueltas: Hipólita. Reina de las Amazonas

Por Belén Parrilla

Crédito Ciruelo
Soy una, Hipólita, pero hablo en plural. Porque somos todas las que podamos ser. Porque nosotras nos cuidamos, nos protegemos, nos construimos una vida a partir de juntarnos. Por eso es que las Amazonas somos más famosa que nuestra reina.

Nos concedieron un papel en el Palacio de la justicia…, lástima que siempre elijan a reinas de la belleza para interpretarlo. Pero bueno, por lo menos metimos a una entre los superhéroes. Mujeres maravilla son las que luchan.

Montadas a todo lo que podamos, filosas, haciendo puntería con destreza guerrera. Flechas, lanzas, puños, pancartas…, levantamos lo que haga falta para llevar la lucha adelante. Rasgamos nuestras túnicas para poder correr mejor. No hacemos caprichito, damos patadas. Sudamos, estamos siempre despeinadas, nos vestimos solo con lo que nos deje movernos libremente. Salimos a las calles. Nuestras tetas son reales, no son las de las portadas de revistas. Estamos acostumbradas a nuestros cuerpos, los vemos todo el tiempo sangrando en batalla.

Somos hembras alfa que armamos manada.

No nos pueden ubicar en el mapa, pero fuimos muchas reducidas a un nombre. Pasamos sin escalas de la Antigüedad a ser un río sudamericano…  Nos dejaron en territorio de leyenda, pero estuvimos ahí. Fuimos enemigas de los griegos, en venganza nos condenaron a la mitología y nos borraron de la historia.

Buscamos en el pueblo vecino todo lo que queramos para el placer, queremos ser bendecidas con hijas mujeres que sean de todas. Y de ninguno. Vivimos en comunidad, tendemos redes. Sin feminismo no hay socialismo. Aunque no te sientas representada por nosotras, te representamos igual. Somos tu futuro.

No hubo lugar para nosotras en los cuentos de hadas. Somos un ejército: las de los torsos libres sin erotismo. Las de las mamas amputadas que el cáncer no se podrá llevar. Somos las cazadoras, las Artemisas, las Atalantas ágiles, imparables. No paramos la carrera para levantar manzanas. Salvajes, bárbaras, guerreras, unidas: nosotras con nosotras. Así nos gusta. Eso es lo temerario.

Busquen su nuevo espacio, muchachos, elijan otro lugar porque ya no ocupan el de la necesidad. Y si lo piensan un poquito, eso también los hará mejores. Nosotras ya no estamos para retaguardia. Acá ganamos todos.  Y todas.

Somos Hipólitas, reinas amazonas. Soltamos nuestra confianza al galopar. Esto ya no puede retroceder. Hablamos en plural. Somos nuestra fuerza.